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Faisal Pepe del Museo de Natureconde en Berlín y Juan L. Cantalabedra de la Universidad de Alcalá en Madrid, utilizaron miles de medidas de dientes fósiles para determinar el tamaño y la población de grandes mamíferos africanos (más de 15 kg (33 lb)) durante los últimos 10 millones de años.
A pesar de los diversos desafíos asociados con la preservación del registro fósil, la investigación reveló una sorprendente similitud en la relación entre el tamaño de los animales y la densidad de población tanto en los fósiles como en las comunidades existentes. Esto indica que los mecanismos ambientales subyacentes que dan forma a las comunidades vivas en la actualidad también se pueden observar en el registro fósil.
Por encima de los 45 kg, los investigadores encontraron evidencia de abundancia decreciente a medida que aumenta el tamaño, un patrón consistente con la ‘regla ambiental del metaboloma’, donde el mayor clasificar Tiene una menor densidad de población en comparación con los más pequeños. La desviación del ecotipo esperado fue que los mamíferos entre 15 (33 lb) y 45 kg (99 lb) eran mucho menos de lo esperado, tanto en comunidades vivas como fósiles. Interpretaron esto como una firma de un hábitat de sabana (donde los monos y los pequeños antílopes que habitan en el bosque son raros).
La mayor sorpresa se produjo cuando los investigadores examinaron cómo cambiaba la distribución de la abundancia de tamaño con el tiempo. Descubrieron que las sociedades anteriores, de más de 4 millones de años, tenían significativamente más individuos de gran tamaño y una mayor proporción de biomasa total en las clases más grandes que las sociedades más jóvenes.
La gran abundancia de individuos grandes en estas comunidades africanas fósiles, con algunos elefantes individuales que alcanzan tamaños de más de 10 toneladas, no tiene paralelo en los ecosistemas actuales. Desde entonces, ha habido una pérdida gradual de individuos de gran tamaño del registro fósil, lo que refleja una disminución a largo plazo en la gran diversidad de mamíferos del Pleistoceno tardío y del Pleistoceno, lo que resultó en las sociedades pobres y «en miniatura» que conocemos hoy.
El estudio confirma un trabajo reciente que discute los efectos paleontológicos de las pérdidas de megafauna africana y desafía la noción de que la disminución de la megafauna africana fue impulsada principalmente por actividades humanas.
Si bien la expansión mundial de los humanos durante el Pleistoceno tardío y el Holoceno (los últimos 100 000 años) coincidió con las extinciones masivas de muchos animales grandes, la investigación respalda la idea de que las pérdidas masivas de animales en África comenzaron mucho antes, hace unos 4 millones de años, y mucho antes de que los humanos aprendieran a participar en una caza efectiva. En cambio, el estudio destaca los factores ambientales, como una disminución a largo plazo de las temperaturas globales y la expansión de los pastizales tropicales, como posibles impulsores de las extinciones de megafauna.
El estudio también encontró que la pérdida significativa de población y la reestructuración de las distribuciones de biomasa en las grandes comunidades de mamíferos africanos podrían estar relacionadas con una menor productividad primaria. Usando una relación establecida entre los tipos de formas de dientes de mamíferos (características morfológicas) y la productividad de las plantas (productividad primaria neta) en la actualidad, los investigadores calcularon la productividad de las sociedades africanas del pasado.
Descubrieron una disminución de aproximadamente dos tercios en la productividad desde el Mioceno tardío (hace más de 5 millones de años), un patrón observado a nivel mundial, que podría haber reducido significativamente la capacidad de carga de las comunidades de grandes mamíferos, lo que llevó a una reducción de la diversidad y una rápida extinción de especies grandes.
La investigación abre nuevas vías para comprender la dinámica de los ecosistemas y las complejas interacciones entre individuos, especies y su entorno. Al analizar los datos de abundancia de fósiles e incorporar métodos basados en el tamaño, los científicos pueden obtener información valiosa sobre la dinámica ambiental que subyace a las extinciones.
La publicación de este documento representa un hito importante en nuestra comprensión de las extinciones de la megafauna africana y la reestructuración de los ecosistemas en escalas de tiempo geológicas. Los hallazgos de Pepe y Cantalapedra tienen el potencial de informar los esfuerzos de conservación y mejorar nuestra capacidad para predecir y gestionar las consecuencias de la pérdida de biodiversidad frente al cambio ambiental.
Referencia: “Losses of Plio-Pleistocene African Mega-Carnivores Associated with Restructuring of Community Biomass” por Faisal Pepe y Juan L. Cantalapedra, 8 de junio de 2023, disponible aquí. Ciencias.
DOI: 10.1126/ciencia.add8366
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