La pandemia del nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) fue causada por la propagación de un virus infeccioso conocido como SARS-CoV-2 y el síndrome respiratorio agudo severo. Aunque la vacunación contra el COVID-19 ha comenzado en todo el mundo, la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 ha llevado a un rápido aumento en el número de casos de COVID-19, lo que también ha llevado a un aumento de las tasas de hospitalización y mortalidad asociadas con el COVID-19. 19
estancia: La utilidad de la telemedicina en el manejo de pacientes post COVID-19. Haber de imagen: Criptógrafo/Shutterstock.com
Introducción a la telemedicina
Debido a la tremenda presión sobre los hospitales, particularmente lo que presenciamos durante la pandemia de COVID-19, muchos hospitales han tenido que dar de alta a pacientes estables y tratados para dar paso a casos graves. Algunos pacientes que son dados de alta del hospital bajo este tipo de presión pueden requerir oxigenoterapia prolongada; Por lo tanto, este enfoque no es ideal.
Tanto los profesionales de la salud como los responsables políticos han reconocido que la telemedicina puede ser una herramienta de telemedicina eficaz para pacientes estables. La telemedicina se define como el uso de tecnología electrónica de información y comunicación para apoyar el sistema de atención médica.
Estudios anteriores han demostrado que la implementación de medidas de telesalud ha ayudado de manera efectiva a los pacientes que viven en áreas remotas. Además, la investigación ha demostrado que practicar la telemedicina no solo reduce la mortalidad sino que también reduce los días perdidos debido a hospitalizaciones cardiovasculares no planificadas.
De manera similar, durante el brote de ébola, las aplicaciones móviles ayudaron a rastrear y monitorear los casos confirmados. En Taiwán, el contacto en línea con proveedores de atención médica a través de videollamadas en línea aumentó la disponibilidad de consultores médicos durante el brote de SARS-CoV-1.
En la actual pandemia de COVID-19, la telemedicina ha jugado un papel importante en el tratamiento de pacientes con enfermedades crónicas durante el confinamiento. Aunque muchos de los estudios disponibles cubren diferentes aspectos de la pandemia de COVID-19, ninguno ha abordado cuándo los pacientes con COVID-19 pueden ser dados de alta del hospital de manera segura.
sobre estudiar
Reconociendo la necesidad urgente de la gestión ambulatoria, especialmente después del alta hospitalaria, los científicos llevaron a cabo un programa piloto de control remoto. Los datos recopilados de este programa se publicaron recientemente. campo de búsqueda * Estudie mientras considera la publicación en Pronóstico de salud de BMC One.
En este estudio, los pacientes fueron reclutados durante el momento del alta del Barlicki Memorial Hospital en ód, o después de completar su primera visita ambulatoria seis semanas después del alta de otro centro.
Los participantes fueron reclutados entre diciembre de 2020 y mayo de 2021 y se les proporcionó un equipo para registrar las mediciones diarias de saturación y frecuencia cardíaca, así como una tableta para la transmisión remota de datos. Los investigadores también obtuvieron informes diarios de tos, dificultad para respirar y fatiga de los participantes del estudio.
Resultados
Los investigadores monitorearon a treinta pacientes durante al menos cuarenta y cinco días y al menos dos semanas después de que se normalizó la saturación. La edad promedio de los participantes del estudio fue de 55 años.
Los investigadores dividieron los grupos según su mejoría clínica. Por ejemplo, pacientes con una mejora del 10% en su capacidad vital funcional (FVC) o un aumento del 15% en el transporte de monóxido de carbono pulmonar (T)lam, ko) fueron considerados pacientes clínicamente mejorados. En comparación, los pacientes que mostraron mediciones de saturación en reposo de menos del 94 % indicaron una falta de mejoría clínica.
El grupo sin mejoría mostró menos del 94 % de SpO2 con mayores diferencias en las mediciones de saturación hasta el día 22. Estos pacientes tampoco mostraron una mejoría significativa en las pruebas de función pulmonar dos o tres meses después del alta hospitalaria. Es importante destacar que los investigadores enfatizaron la falta de datos para guiar o validar el uso de la oximetría de pulso en el hogar en la progresión de la enfermedad.
Los investigadores notaron que los participantes que fallaron en dos o más mediciones durante el período de observación tenían más probabilidades de ser clasificados en el grupo clínicamente mejorado. Además, las mediciones diarias de la frecuencia cardíaca no difirieron entre los grupos de estudio.
En el grupo de estudio con mejoría clínica, solo un paciente regresó al hospital con diarrea como resultado del posthospitalario y postantibióticos. Entre los dos grupos, los datos sobre la gravedad de la disnea y la tos no fueron estadísticamente significativos.
Conclusiones
Los resultados del presente estudio muestran que la telemedicina permite el manejo de pacientes con COVID-19 de manera controlada.
Una limitación de este estudio es la falta de aleatoriedad. Sin embargo, las principales fortalezas de este estudio son el mayor tiempo de observación y el cálculo de la asociación entre las pruebas de función pulmonar y los resultados de la oximetría de pulso. Este estudio confirma que la monitorización remota de la saturación de oxígeno en el hogar puede ayudar a predecir el curso de la enfermedad.
*Nota IMPORTANTE
campo de búsqueda Publica informes científicos preliminares que no han sido revisados por pares y, por lo tanto, no deben considerarse concluyentes, orientar la práctica clínica o el comportamiento relacionado con la salud ni tratarse como información establecida.
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