10 de agosto de 2022 — Los hogares españoles tiraron 1.245 millones de kg/litros de alimentos no consumidos en 2021, un 8,6 % menos que el año anterior, lo que indica que el país está «encaminado» en la lucha contra el desperdicio alimentario.
Una de las principales razones detrás de este progreso en la lucha contra el desperdicio de alimentos es cómo los hogares se están volviendo más conscientes de los costos con el aumento de la inflación desde que la pandemia de Covid-19 provocó un mayor enfoque en la cocina casera.
Los datos del informe sobre el desperdicio alimentario en España 2021 (elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) revelan que se trata del mayor desperdicio alimentario del país en los últimos cinco años y 2,72 kg/litro menos que en 2020.
No obstante, la tasa de residuos domésticos se mantiene igual que el año anterior, ya que el 4,2% de los alimentos se tiraron sin comprar, una décima menos que en 2020.
El fin del confinamiento cambia el consumo
Al final del período de confinamiento, se cocina menos en casa. Cabe destacar que la cantidad de alimentos comprados para el consumo doméstico en España se redujo un 7,2%.
Los principales artículos comprados desperdiciados en los hogares en 2021 son carnes congeladas, salsas, café e infusiones, legumbres y sopas.
Por el contrario, para el conjunto de 2021 se recuperó el consumo de alimentos fuera del hogar, aumentando un 10,4%.
Según el informe, uno de los resultados de este cambio de comportamiento es la reducción de los restos de cocción y el desperdicio de alimentos cocinados, que representaron el 23,8 % de los alimentos desechados en el hogar en 2020. En 2021, esta cifra fue del 18,9%.
Por el contrario, el desperdicio de alimentos comprados aumentó casi 5 puntos, del 76,2% al 81,1%.
¿Qué suele sobrar?
En 2021, los platos de pescado cocinado (50,4% menos que 2020), carnes (42,6%) y arroces y pastas (35%) disminuyeron significativamente.
En 2021 el principal desperdicio de productos comprados en los hogares fueron carnes congeladas (16,7% del total); salsas (15,9%); café e infusiones (12,2%); legumbres (12%); y sopas, cremas y caldos (10%).
Además de este cambio de hábitos, el mejor aprovechamiento de los productos alimentarios se explica por el aumento del precio de estos productos -la subida del precio de las materias primas y de los costes de producción- eleva su valor.
Del mismo modo, los ciudadanos son cada vez más conscientes de la reducción del desperdicio de alimentos tras la campaña española «Aquí no se tira nada» del año pasado.
Sin embargo, el gobierno señala que se necesita hacer más para aumentar los esfuerzos para reducir el desperdicio de alimentos, lo que resulta en un menor consumo de recursos naturales y energéticos necesarios para producirlos.
Ese es el objetivo de la Ley de Prevención de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, aprobada por el Gabinete en junio y enviada a los tribunales para su implementación parlamentaria.
Esta ley pionera contra el desperdicio de alimentos mueve la producción española hacia un sistema más eficiente, inteligente, concienciado con la economía circular y un consumo más responsable.
La Ley prevé medidas para combatir el desperdicio de alimentos en toda la cadena de suministro, desde la producción primaria, la industria, el almacenamiento y la distribución hasta el consumo final en los hogares y las instituciones.
Editado por Gaynor Selby
Para contactar a nuestro equipo editorial, envíenos un correo electrónico a [email protected]
Si este artículo le pareció valioso, es posible que desee recibir nuestros boletines.
Suscríbase ahora para recibir las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada.
«Pensador. Comunicador. Extremadamente introvertido. Entusiasta del alcohol. Amante de la Web. Pionero de Twitter».
More Stories
Informe empresarial Compre ahora y pague después de España 2024: más de 75 KPI activados
El icónico festival de la Tomatina de España en todo su esplendor
España nombra a Ribera ministro de Energía para comisario de la UE