Tuve el honor de asistir al evento inaugural de Changing Cycles de Nation Media Group el sábado pasado. El evento, cuyo objetivo es romper el silencio en torno a la igualdad menstrual, destacó los desafíos que enfrentan las mujeres y las niñas durante sus períodos.
La menstruación es un tema importante del que no se habla en la sociedad. El evento del fin de semana arrojó luz sobre el tema y culminó con un llamado a la acción para todas las partes interesadas, aunque solo sea para mantener a las niñas en la escuela.
La menstruación no es una elección, es un factor biológico que tiene un precio: los productos sanitarios cuestan dinero. Para muchos, el acceso a las toallas sanitarias es una dignidad básica, pero para muchos son un lujo. Cuando el dinero escasea o no existe, la elección es entre comprar comida o un paquete de toallas sanitarias.
Muchas niñas pobres temen esta época del mes porque tiene un efecto devastador en su bienestar, ya que muchas niñas faltan a la escuela. En un día cualquiera, más de 800 millones de mujeres menstrúan. El mismo día, millones más enfrentan el estigma y la discriminación como resultado. Terminar con el estigma es crucial para terminar con la pobreza menstrual, que interrumpe la educación de muchas niñas.
Es un error común pensar que la salud menstrual es un problema de mujeres. Pero el hecho ineludible es que todos venimos de un útero menstruante. Me complació que dos hombres apasionados por la pobreza de la época hablaran en el evento. Uno de ellos es conocido popularmente como «El Hombre de la Época», apodo que se ganó a raíz de su trabajo. Los hombres deberían ser aliados, y había muchos en la sala, una buena señal.
Kenia tiene una ley que exige que las escuelas proporcionen toallas sanitarias a los estudiantes. Pero la mayoría de las escuelas apenas reciben las almohadillas del gobierno, y para aquellas que las reciben, apenas son suficientes.
El duodécimo Parlamento asignó Sh260 millones para toallas sanitarias. En el año fiscal 2023/24, el gobierno ha reservado Sh940m, que es una mejora pero puede no ser suficiente para todos aquellos que lo necesitan.
Entonces, todos debemos esforzarnos por construir un mundo donde una niña no se retrase porque tiene su período. Un mundo que le permita manejar su menstruación con seguridad, salud, dignidad y confianza.
Cuando cayó el telón de la edición 2023 de Changing Cycles, hubo un llamado unánime para que las niñas tuvieran acceso a instalaciones de higiene menstrual, toallas sanitarias asequibles, educación sobre el manejo de la salud menstrual y, lo que es más importante, un entorno de apoyo.
La igualdad menstrual no es una elección ni un lujo, es un derecho humano y saludable. Imagínese si la menstruación ya no fuera una barrera para la educación de las niñas: las tradiciones patriarcales que impedían que las niñas alcanzaran su máximo potencial terminarían.
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