El impulso hacia la electrificación del transporte ha ganado una inmensa tracción en los últimos años. Los fabricantes de automóviles de todo el mundo están luchando por llevar más automóviles eléctricos al mercado para satisfacer la creciente demanda de los consumidores conscientes del clima. La mayoría de los fabricantes de automóviles también se han comprometido a reemplazar la línea actual de vehículos con motores de combustión interna (ICE) por vehículos «verdes» totalmente eléctricos en la próxima década.
Al mismo tiempo, el ritmo de una nueva «carrera espacial» va en aumento, con empresas privadas que compiten por alcanzar nuevos hitos. Con el exitoso lanzamiento de la misión de inspiración SpaceX 4, se ha impulsado el turismo espacial. Durante el próximo año, se planearon al menos tres expediciones tripuladas diferentes con ciudadanos privados.
Sin embargo, las naves espaciales dependían cada vez más del hidrógeno líquido y el metano como combustible. Este último es un potente gas de efecto invernadero, 300 veces más eficiente para atrapar el calor que el dióxido de carbono.
Los esfuerzos para desarrollar un sistema de propulsión viable utilizando la energía del sol han sido materia de ciencia ficción y han tenido éxito, a pesar de su uso principalmente en naves espaciales en el espacio exterior.
A lo largo de los años, docenas de naves espaciales de la NASA, JAXA, ISRO y ESA han utilizado la propulsión eléctrica solar para una variedad de misiones.
El último y más ambicioso proyecto para utilizar nueva tecnología es la nave espacial Psyche de la NASA.
Según NASA Entrada en el blog, el lanzamiento de la misión está programado para agosto de 2022. La nave espacial se dirige a un asteroide distante conocido como Psyche, a unos 2.400 millones de kilómetros entre las órbitas de Marte y Júpiter, y rico en minerales.
La nave espacial Psyche de la NASA en julio de 2021 en el Laboratorio de Propulsión a Chorro. Crédito: NASA / JPL-Caltech
Aunque la nave espacial utilizará los motores químicos del cohete Falcon Heavy de SpaceX para escapar de la gravedad de la Tierra, una vez que llegue al espacio exterior, dependerá completamente de la propulsión eléctrica solar. Los cuatro motores de la nave espacial, conocidos como propulsores Hall, serán propulsados por electricidad generada a partir de paneles solares.
El xenón, un gas neutro utilizado en televisores de plasma, se utilizará como propulsor. Usando campos electromagnéticos, los propulsores Hall acelerarán y expulsarán iones de xenón (átomos cargados), creando un empuje suave.
Sin embargo, debido a la falta de resistencia en el espacio exterior, la nave espacial puede alcanzar velocidades de más de 320.000 kilómetros por hora. Según la NASA, los motores Hall de Psyche son tan eficientes que pueden funcionar de forma continua durante más de cinco años con solo 922 kg de xenón.
Foto de portada: Crédito: NASA / JPL-Caltech
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